Solo hay tres cosas dignas de romper el silencio. La música, la poesía y el amor.
Amado NervoEn una composición musical están presente las tres cosas. Música, poesía y amor. Si faltara alguna, no habría música. Sería preferible el silencio. Pero cuando el silencio se expresa, necesita de las tres vías. Y si no están presentes las tres, solo hay ruido, que no tiene nada que ver con el silencio, ni con su expresión.
Hay música y ¡qué música! Pero también hay poesía. Porque ¿no son poesía los sonidos que nos revelan el misterio de la belleza en toda su extensión, que abre los ojos del alma para que en verdad puedan ver? ¿que abre nuestro ser interior al universo que nos rodea, y nos adentra igualmente a nuestro universo interior? ¿Y no son los dos universos el mismo universo, una y la misma cosa?
Y también es amor, porque el amor es la llave de la poesía, y también de la música. En verdad el amor es la llave de todas las cosas. No hay nada que se mueva sin amor y no hay música sin poesía y sin amor, como tampoco puede existir poesía sin amor ni música, ni amor sin música y poesía.
La poesía del universo y la música de los astros se expresan por el amor que los mueve. Nada se manifiesta sino por el poder de Eros. Y Eros es poeta. Y Eros también es músico.
Antes de escucharla, necesitamos unos momentos para invocar a Eros y colocarlo en el altar sagrado de nuestro ser interior. Si no está, no amaremos, y si no amamos no podríamos escuchar música. Solo oiríamos ruidos.
Todos sabemos que antes de entrar en el templo es preciso lavarse a conciencia, purificarse, desnudarse de toda vestimenta impura, callar nuestra mente y abrir nuestro corazón. Solo así podremos recibir la música dentro de nosotros. Solo así seremos purificados por ella. Y con ella vendrán de su mano, seguro, otros dioses, otros seres de luz.
Recibámoslos y prestémosle veneración. La música tiene el poder de invocar a los dioses, que a buen seguro responderán a la llamada. Pero solo si nuestro corazón es digno de su visita. Y podremos oír su voz. Pero su voz no suena en palabras. La voz de los dioses suena, necesariamente, en amor, en poesía y en música.
6 comentarios:
Presioso post, Abraxas. Te dejo aquí esta cita:
"La música es un eco del mundo invisible".
Giuseppe Mazzini
Has mezclado tres ensoñaciones con mucha maestría.... y leyéndote consigues transmitirme la emoción del sentimiento artístico, para descubrir la necesidad de crear para vivir.
Cada una de las tres podrían llenar un mundo; solas son únicas y sublimes. Desnudarnos ante ellas nos permite elevar recuerdos, o quien sabe si momentos venideros.
A veces limpian, a veces dañan, pero nunca te dejan impasible.
Gracias por brindarnos esta dimensión de nuestro mundo, en donde aprenderemos a estar, siempre después de conocer una bella melodía, un poema con ansia de vivir, o una historia de amor que se afianza.
Muchos besos de Ana
Querida Ana, gracias por tus comentarios.
Respecto a lo que dices, creo que ninguna podría vivir sola. Conozco música interpretada sin alma, sin amor, poesía sin musicalidad, amores pequeños sin poesía...
Creo que estos casos son los que nos dañan más que limpiarnos.
Yo he llegado a tirar inmediatamente a la basura un disco de la 9ª de Beethoven interpretada por un director que en lugar de transmitir su inmensa belleza, la degradaba a algo sin ninguna fuerza ni alma. ¿Por qué? Su batuta no tenía nada, ni música, ni poesía, ni amor.
Besos.
De acuerdo, Abraxas, ves como me falta análisis? jaja. Cierto que cada una de ellas se necesitan para alcanzar esa vibración especial que provocan en cualquier corazón sensible.
He querido hablar del don tan grande que cada una de ellas contiene y me he expresado mal.
Es verdad que existe música sin belleza, poesía sin magia y amores vacíos a causa de la falta de unión entre ellas.
Gracias por el detalle, Abraxas, esto me hace pensar.
Un saludo
Pues creo que yo tampoco estuve muy fino con lo que dije, Ana. Ahora que lo pienso, a raíz de tu nuevo comentario, creo que llevas razón.
Si en verdad hay auténtico amor, necesariamente, aunque no las veamos, están presentes las otras dos, y también en los otros casos. Si hay poesía tiene que haber amor y música, y si hay música tiene que haber poesía y amor.
O todas o ninguna, solo que a veces nos fijamos más en una de ellas que en las demás. Un gran amor, aún sin darnos cuenta lleva siempre consigo grandes dosis de poesía y de música.
Un artículo muy poético. Creo que Eros está en todas partes en donde haya algo creativo.
Saludos.
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