martes, 18 de diciembre de 2018

EL SEMBRADOR




EL SEMBRADOR


Hundieron en mí semillas
y creía yo
que mi tierra era estéril,
y de áridas piedras.

Un invierno, otro invierno,
sin brotes en primavera,
sin esperanza casi,
casi sin fe.

Estiércol y estiércol,
araron y araron,
lluvia en otoño,
sol de primavera.

Pasaron los ciclos,
mi tierra yerta,
mis ojos ciegos,
mi palabra muerta.

 Una luz un día,
alumbró mi ser,
oí una voz:
¡El labrador eres tú!

Miré mi azada,
amé mi tierra,
miré hacia el sol
y comprendí.

Tomé mi azada,
 manos gastadas,
busqué fuerza.
Y la encontré.

Nueva primavera
llegó, y entendí.
Brotes surgieron,
luego crecieron.

Espigas inmensas,
generosa ofrenda.
El cielo azul,
la tierra negra.

Bendije semillas,
labrador y azadón.
Bendije los brotes,
bendije al sembrador.

 


viernes, 14 de diciembre de 2018

DAR AMOR





Llevas toda la razón, amiga. Si todos cada día, cada momento, nos
empeñáramos en arrancar una sonrisa de una cara seria, si tratáramos de
aportar algo de alegría al que está triste, algo de ilusión al que está
desesperanzado, algo de amor al que no se siente querido, algo de entusiasmo
al que está bloqueado, algo en fin, de humanidad al que se está
deshumanizando, te aseguro, te aseguro, que el mundo cambiaría en poco
tiempo.

Si en lugar de difundir desánimo, desaliento, amargura, odio, rencor,
desesperanza, rendición, aportáramos cada uno un pequeño grano de arena de
lo contrario a nuestros hermanos, todos, todos, todos los días, todos,
todos, todos los momentos de nuestra vida, te aseguro que no solo el mundo
cambiaba pronto, sino que nos encontraríamos con la sorpresa de que hemos
cambiado nosotros también. Porque el amor es un boomerang. Das, das, das,
sin esperar nada. Pero... luego te encuentras con la sorpresa de que cuanto
más has dado más has recibido.

Esto, y no otra cosa, es la Magia del amor.

Del amor del que nadie habla, porque todos esperamos ser amados, pero no nos empeñamos en amar. Todos esperamos que nos den, no en dar. Todos nos
empeñamos en que los otros nos hagan felices, no en hacer felices a los
otros.

Este, y no otro, es el secreto que la Humanidad debe aprender, si quiere
llegar a ser verdaderamente humana y si no quiere terminar ahogada en el
lodo.

Y este, y no otro, es el ideal de mi vida. Y creo que también de la tuya.
Por eso, y no por otra cosa, te considero mi amiga.

Un fuerte abrazo, tu amigo,


martes, 11 de diciembre de 2018

LUZ DE BELÉN






LUZ DE BELÉN

Tú que naces invicto
de lo profundo del invierno,
sobre la tierra yerma y fría
que recuerda tu esplendor
de los amables y cálidos días.
Reitera ahora tu promesa
de resurrección y de fuerza.

Naces niño, y pequeño,
como la luz en la gruta,
como una chispa en los cielos,
con el poder milagroso
de la fuerza del cachorro,
de la claridad del arroyo.

Hundirás las semillas
en la tierra dormida,
y un día volverán
a prender la inmensa hoguera
de una nueva primavera.

Niño dulce, 
triunfante, naciente
en un mundo oscuro,
disolverás las negruras,
y ante tu luz morirán.

Y darás vida a los seres,
otra vez renacidos
de la tierra, iluminados
tomando tu luz y tu vida.

Si nuestra fe mengua
y nuestra llama temerosa tiembla
en los fríos y cortos días
de estremecimientos y miedos,
muéstranos que la victoria
duerme en nuestros pechos
soñando la compañía de Tu fuerza.


Y danos la fe
de una nueva primavera,
de vida y de flores
nacidas por tu fuego.

Y así recogeremos luego
en la paz dulce del estío,
los dorados frutos
nacidos de tu mano.

Así sea.