domingo, 31 de enero de 2010

BENDITO SEMBRADOR





Sembraron en mí semillas
cuando yo ya creía
que mi tierra era estéril,
pedregosa y árida.

Invierno y otro invierno,
sin brotes en primavera,
sin esperanza casi,
casi sin fe.

Estiércol y estiércol,
araron y araron,
lluvia en otoño,
sol en primavera.

Pasaron los ciclos,
mi tierra yerta,
mis ojos ciegos,
mi palabra muerta.

Un día, una luz
alumbró mi frente.
Y oí una voz.
¡Eres labrador!

Tomé mi azada,
amé mi tierra,
miré hasta el sol,
y comprendí.

Nueva primavera
llegó, y entendí.
Los brotes surgieron,
y luego crecieron.

Bendije semillas,
labrador y azadón.
Bendije los brotes...
bendije al sembrador.









4 comentarios:

Berto dijo...

Bendita Luz...
Amén.

El Drac dijo...

Bello poema que me hizo recordar al campesino de mi tierra y todos los países pobres, verdaderos artesanos de la siembra. Un abrazo

Mª Teresa Sánchez Martín dijo...

A mí también me sucedió que "Un día,una luz alumbró mi frente" y una voz me dijo algo parecido a lo que oiste tú.
Bendito el sembrador.

Verdial dijo...

Intuyo que es una especie de parábola.

Celebro que abrieras los ojos y la tierra respondiera.

Besos