domingo, 19 de abril de 2009

PINTADA


No soy amigo de pintadas en la calle, sino todo lo contrario, pero, de entre miles de corridas de toros, siempre hay alguna en la que se indulta un toro, por su especial valor. Haré hoy, excusándome por ello, el indulto de una de ellas.

Esta foto mía, muy antigua, la he vuelto a rescatar tras una conversación con mi amigo Juanarmas, autor del blog El viaje de Riddhi, y a él se la dedico.




6 comentarios:

José Ignacio dijo...

Pues sí, gran instrumento masivo para los poderosos y para atontarnos la cabeza. Jolines, con lo que se podría hacer con la televisión!
Si la carcasa tonta hablara... pues mira, aquí habló.
Un cordial saludo.

Concha Barbero de Dompablo dijo...

¡Qué buena pintada!

Estuvimos tentados, un grupo de amigos, de hacer una programación digna para una televisión, y buscarnos la vida para que alguien nos lo "comprara", pero desistimos, porque era tanto el trabajo y tan pocas las posibilidades de que prosperara...
No es que no haya talento para hacer cosas mejores, es que es lo que se pretende y lo que tantos gustan de probar...

Como dice, José Ignacio, con tanto como se podría hacer...

Tiene su ventaja lo que hay ahora, y es que es casi todo tan cutre que te invita a apagar y coger un libro :-)

Anuskirrum dijo...

Es difícil encontrar una oferta interesante. Menos más que igual que la enciendes, la apagas, con el mismo mecanismo sencillo. De acuerdo con Conchi, en que es una buena provocación para coger un libro.

Los contenidos dependen casi siempre de la intención de quien ponga el capital sobre la cadena.
Los creativos y profesionales del medio, acaban vendiéndose por la cantidad (nivel audiencia) y no por la calidad.

En fin, es lo que hay.

Un saludo

juan dijo...

Muchas gracias, amigo Miguel por el gesto y por la imagen en sí; y por supuesto, a su autor.

La televisión forma parte de la rutina anestesiadora de una inmensa mayoría de personas. Casi la misma que deposita su voto cada cuatro años.

Un abrazo,

juan

Mª Teresa Sánchez Martín dijo...

La televisión anula nuestras mentes. Nos distrae de la reflexión y los proyectos creativos beneficiosos para la sociedad.

Saludos.

ABRAXAS CADIZ dijo...

Queridos amigos,
lo triste del caso es, como habéis dicho algunos, la de maravillas que se podrían hacer con la TV, de estar en manos de gente honrada y buena. Sería la máquina más poderosa del mundo a la hora de difundir el bien y de hacer auténticamente feliz a la gente.