jueves, 21 de enero de 2010

ADIOS A TURCA




Turca ya no vive. Su corazón grande y potente sigue latiendo con fuerza, pero su cuerpo se apaga, como una llama que acaba su cera y solo quema el resto de su pabilo.

Sus oídos no oyen mis palabras, y sus ojos no ven los míos, y ya no puede seguir mis pasos, pero sé que su corazón aún oye al mío. Su alma grande está aún conmigo, pero su cuerpo ya no es capaz de albergarla.

Tanto años… tantos días… tantas horas… tanto juego, tanto cariño, tanta compañía… ahora se van. Entiendo y acepto la ley natural que rige la vida y la muerte, pero eso no es suficiente para evitar que mi corazón lata por ella y mis ojos se llenen de lágrimas de agradecimiento y de pena.

Fue niña, joven, madre, adulta, pero… ahora su vida se desvanece irremediablemente. Estuve con ella en todos sus días, los días de sus mimos, de sus juegos, de su miedo, de sus amores, de su descendencia, de su madurez, de su ancianidad. Y ya no me es posible hacer nada que impida su marcha.

Se que existe un cielo para los perros, y se que allí la encontraré algún día. Y se que allí volveremos a estar juntos, porque los corazones que se unieron no pueden separarse nunca, ni en este mundo ni en el otro.

Hoy solo quiero agradecerle su fiel compañía, su cariño incondicional, su fortaleza de alma, su mirada limpia, sus juegos ligeros, su amistad, aunque tanto me dio y tanto recibí que no se la manera de hacerlo. Creo que no puedo llegar a entregarle ni una pequeña porción de que que me dio.

Pero se que su corazón y su mirada tienen ya un lugar dentro de mí, que guardaré como uno de mis mayores tesoros.

Adios, Turca, espérame…



9 comentarios:

El Drac dijo...

Yo hasta hace poco tenía a dos buenos compañeros Cuto y Monky que me ayudaban con sus tiernos e inocentes juegos a capear la soledad, a capear la carestía; simepre tenían para mí una bienvenida, con ellos salías correr,al mediodía lossacaba a pasear y bien entrada la noche salía con ellos a reflexionar; desde que ellos se fueron nunca más salgo a correr, tampoco a caminar; tengo sus platos vaciós y sus collares colgados en elperchero; los enterré juntos, como novios que eran;siempre les reclamaba qué porqué no me daban un nietecito. Cuando hube de terminar de enterrar a mi pobre Cuto casi llorando dijimos: ¡¡ahora sí, a jugar!!!

Siento mucho lo de Turca. te comprendo, un abrazo.

Clara dijo...

Turca oye tu corazón y sabe que estas ahí incondicionalmente.

Un abrazo

Krlos Reyna dijo...

Uhh pero que lindo, y allí te espera. =)

Abrazos

Berto dijo...

Hola Abraxas: dices que no sabes la manera de agradecerle todo lo que te dio. Yo creo que ella te está tan agradecida a ti, como tú a ella. Y su agradecimiento te lo demostró todos los días de su vida, cuando te recibía al llegar a casa con su alegría por verte, cuando agachaba sus patas delanteras para indicarte que quería jugar contigo, cuando te lamía...
Te acompaño en el sentimiento. Un abrazo.

FUNDASCIC dijo...

Ella dice, ¡tranquilo viejo,nunca dejaré de ser la novia del sol! mírame en la flor de gran colorido a su paso,la que se abre de día y se cierra por la noche.

Valorar el afecto entre los dos es grande, reciba un abrazo un beso y toda mi comprensión.

Nilda Guillén.

Mª Teresa Sánchez Martín dijo...

Siempre es muy doloroso el adiós de un amigo tan incondicional. Yo también lo he sentido. El cariño y después el adiós.
Nunca se olvidan. Siento tu tristeza.

Un abrazo.
Terera.

juanarmas dijo...

Un ser de compañía, un ser querido. Te comprendo. Lo hemos vivido.

Blanca dijo...

Abraxas, Con días de diferencia, hemos perdido a nuestros compañeros, mi Dimy,mi hermoso cocker, mi compañero de 8 años también se fué, yo no he podido escribir nada sobre el, que valiente eres al hacerlo. Mi Dimy y tu Turca, espero se conozcan ahora, el es un niño muy coqueto, y jugueton con las nenas. Como duele Abraxas.
( Ánimo El Drac.se ve que te dolió igual, y alos demás amigos de Abraxas, que bueno, leerles su comprensión y su ternura)

ABRAXAS CADIZ dijo...

No sabes, Blanca, lo que lloré al terminar esas letras que escribí... pero le debía ese homenaje a su hermosa vida.