Curiosamente, para el lector poco avisado, las palabras “conciencia” y “consciente”, que se suelen usar como originarias del mismo contenido, provienen de etimologías distintas, que ahora detallaré. Por otra parte, no se puede ser conciente, ni tampoco tener consciencia.
Los usos correctos, acordes a los conceptos de ambas, son “tener conciencia” o “ser consciente”. Y, como todos sabemos, no es lo mismo “tener” que “ser”. Se “tiene” algo cuando ese algo es externo a nosotros, así nosotros no “somos” ese algo, solamente lo “tenemos”. Sin embargo, cuando “somos” algo, ese algo es parte de nosotros. No lo “tenemos”, porque lo que se tiene puede dejar de tenerse. Lo que se “es” forma ya parte indisoluble de nuestra esencia.
Mi antiguo diccionario etimológico, al que adoro, aporta los siguientes orígenes, en ambos casos del latín:
Conciencia: Del latín conscientia, de cum, con, y scientia, ciencia.
Ciencia o conocimiento interior del bien que debemos hacer y del mal que debemos evitar.
Consciente: Del latín, consciens, conscientis, participio activo de conscire, saber perfectamente. Que siente, piensa, quiere y obra con cabal conocimiento y en plena posesión de sí mismo.
De esta manera es fácil comprobar que el “tener conciencia” no es lo mismo que “ser consciente”, ya que la conciencia se refiere a una ciencia de la que se puede disponer, mientras que “ser conscientes” consiste según el latín en conocerse perfectamente, no aclarando si dicho conocimiento proviene o no de ciencia alguna.
Una ciencia de la que se dispone es “conciencia”, y se usa como un instrumento para actuar. El ser consciente no consiste en eso, sino que se refiere a un estado del alma, en el cual se conoce perfectamente algo, actuando luego, suponemos, en función de ese conocimiento.
La conciencia tiene un contenido moral, y el ser consciente no lo tiene. Puede, eso sí, desprenderse de su perfecto conocimiento de sí mismo, que le llevará seguramente a actuar conforme a la ley, porque quien la conoce perfectamente actúa según ella, si bien no por un imperativo moral, sino por la propia naturaleza de su ser. Es algo que es propio del ser interior, y no adoptado o aprendido de influencias externas.
Decir, por tanto, que un hombre puede actuar contrariamente a la ley, siendo perfectamente consciente es algo contradictorio. La conciencia puede llevar a ello, puesto que es el uso de una ciencia sometida a lo temporal, pero el ser plenamente consciente implica el conocimiento perfecto de la ley, y sería de tontos actuar contra una ley que forma parte de uno mismo y de la propia naturaleza.
Se puede, por tanto, actuar siendo conscientes y a la vez no actuar con conciencia.
Así, a mi modo de ver, estando la vida del hombre basada en su ser interno, su progreso está vinculado a su capacidad de ser consciente, y no a sujetarse a conciencia alguna, provenga de donde provenga.
La moral y la conciencia es una cosa, y “ser consciente” es otra bien distinta.
15 comentarios:
Lo que creo y me causa gran temor es que, observando un poco la sociedad, lo de no "ser consciente" es un mal que afecta a mucha gente como si renegaran de tan grande y libertador estado de "gracia"
Saludos
Teresa
Querido Abraxas: se me plantea una pequeña duda referente a este tema. Estoy de acuerdo con lo expuesto, pero: ¿qué ocurre cuando se actua conscientemente, pero sin conciencia?. ¿No nos convierte eso en una máquina?. ¿No es precisamente el ser consciente, lo que nos da una conciencia?.
¿Acaso no se tocan los extremos y al igual que tener una conciencia (provenga de donde provenga) nos convierte en semi-inconscientes, el ser consciente sin una conciencia, nos convierte en lo mismo?...
Es el ser lo que nos hace tener.
Querido Berto,
para mí, la principal diferencia entre ambos estados, tener conciencia y ser conscientes, estriba en que lo primero es consecuencia de un código moral aceptado por uno mismo, y, en cambio, lo segundo es una capacidad del ser de llegar a conocernos, y saber las causas de nuestros actos, sus motivaciones, sus consecuencias en nosotros y en nuestro entorno, el beneficio o prejuicio que provocarán, y, en suma, saber si están de acuerdo o no con la Ley.
Por poner un ejemplo, yo puedo asumir la moral cristiana, o musulmana, o budista, y seguirla, pero, para mí que esas religiones pretenden (o pretendieron en su día) algo más. Y ese algo más se ha perdido, y consiste en llegar a profundizar en nuestro ser interior y en el ser interior de la naturaleza y el Universo. A partir de ese conocimiento, puede (o no) nacer en el ser propio el ser conscientes de todo ello.
Eso nos libera de pautas morales externas, y a poder comenzar a utilizar las propias, ya que, como dice mi diccionario, comienza uno a estar en posesión de sí mismo, y a partir de esa posesión es uno mismo es cuando uno se conduce según sus propias pautas "morales".
Seguir una moral ajena es no estar plenamente convencido de lo que se hace... porque la raíz de esa moral no está en uno mismo.
La verdad es que no era consciente de esa diferencia.
No me he fijado, pero seguro que he empleado erróneamente el uso del ser y del tener, amén de los términos.
Intentaré acordarme de tu aclaración y emplearlos correctamente.
Gracias por ayudarnos a utilizarlos con propiedad.Me ha parecido útil e interesante.
Queridos amigos,
he seguido reflexionando sobre el escrito que incluí en mi blog, y me vino a la cabeza algo muy común, evidente y generalmente aceptado.
Todos sabemos en lo que consiste estar insconsciente, y su contrario, estar consciente. Viene a ser más o menos parecido a estar dormido o despierto.
Creo que el la imagen más adecuada para ilustrar lo que quise decir con lo que llamé "ser consciente", y que no es más que "estar despierto".
Por lo general pensamos que andamos despiertos por la vida, cuando lo más cierto es que andamos dormidos.
Así pues, una cosa es dejarse guiar por la conciencia, ciencia del bien y del mal, y otra es estar despierto, que es la situación en la que uno puede ser consciente de uno mismo, de los demás y todo aquello que nos rodea, como la naturaleza y el universo.
Ser consciente o estar despierto es la capacidad de darse cuenta de lo que ocurre, dentro y fuera. Esta capacidad puede adormecerse o espabilarse, con lo que a veces estamos más dormidos y otras más despiertos.
Criticaban sus amigos, creo que a Valle Inclán, que dormía mucho. El siempre respondía:
"Es cierto, duermo mucho, pero cuando estoy despierto estoy mucho más despierto que todos vosotros."
Gracias, Abraxas, sabía que eran diferentes , pero no con tanta claridad como lo has explicado, hasta luego
ESTIMADO ABRAXAS. HE LEÍDO TUS ESCRITOS, CON RELACIÓN A LA CONCIENCIA Y ESTAR CONSCIENTE Y VEO QUE EL TEMA PUEDE ESTAR SUJETO A INTERPRETACIÓN, PARTIENDO DESDE LA DEFINICIÓN DE AMBOS TÉRMINOS.
EN MI OPINIÓN, CREO QUE SE PUEDE ESTAR CONSCIENTE DE ALGO, MAS NO TENER CONCIENCIA DE ELLO. UN EJEMPLO SENCILLO: ESTOY CONSCIENTE QUE MI CARRO TIENE UN DESPERFECTO, PERO PARA SABER PERFECTAMENTE EN QUE CONSISTE, TENGO QUE SER MECÁNICO O EN SU DEFECTO, LLEVAR MI CARRO A UN TALLER. UNA VEZ QUE YO YA TENGA CONCIENCIA DE LO QUE SOY CONSCIENTE, JAMAS TENDRÉ DUDAS AL RESPECTO. LA CONCIENCIA ES REINA DE LO ABSOLUTO. TODOS ESTAMOS CONSCIENTES DE LOS MALES QUE AFECTAN A LA HUMANIDAD, PERO HASTA QUE EL SER HUMANO NO TOME CONCIENCIA DE QUE LA TRANSFORMACIÓN DEBE SER INDIVIDUALMENTE, JAMAS PODREMOS VER EL CAMBIO EN LOS DEMÁS.
Lo único que no puedo entender es por qué se escribe CONCIENCIA y no CONSCIENCIA. Tanto como que ciencia debería ser SCIENCIA, hay una razón o es otro capricho de nuestro complejo y hasta absurdo idioma. En el artículo figura lo siguiente: "Conciencia:(en negrita)Del latín conscientia...", hay un probable error???...Gracias y muy buena la explicación sobre la diferencia entre ambos términos...
a veces cometemos el error de dar por hecho todo lo que los antiguos maestros, científicos, teólogos,etc, pensaron y escribieron y ni siquiera nos detenemos a cuestionar para ver si pudieran estar equivocados o no. Esto equivale a seguir repitiendo el error de generación en generación. creo que esto esta sucediendo con la definición descrita en el diccionario, con relación a estas dos palabras. creo que la conciencia es reina de lo absoluto.
creo que es la parte de nosotros que nos antecede. la parte de nosotros que nunca duerme, donde esta grabada el por y para qué estamos aquí. de esto muy pocos estamos conscientes.
el pensamiento emana de la conciencia, estar consciente emana del pensamiento.
A mi parecer, encuentro idóneo en cuanto a concepto a lo que se disponen y refieren estas palabras, un instrumento y un estado, somos lo que queramos construir con nuestro instrumento, por tanto, nuestro estado difiere de tal consecuencia.
A mi parecer, encuentro idóneo en cuanto a concepto a lo que se disponen y refieren estas palabras, un instrumento y un estado, somos lo que queramos interpretar en cuanto lo que construyamos con nuestro instrumento, por tanto, nuestro estado difiere de tal consecuencia.
Pues tendré que reflexionar tus palabras, Tamy, me parece que planteas algo muy interesante y que puede ser la relación entre ambas cosas.
Gracias y un saludo.
el q es consciente o poseido de si mismo implica necesariamente conciencia, no se anulan. Según lo dicho, la conciencia es un camino para poseerse o " ser conscientes" como lo fueron seres perfectos como buda y cristo... si es q se acepta su grandeza...
A mi parecer somos un 95-98% inconscientes. Eso nos deja mucho margen para ampliar nuestro abanico del ser consciente. El desarrollo de la conciencia colectiva es la clave para el cambio social que tanto necesitamos. El ser consciente es cambiante porque en cada encuentro con otro ser consciente está constantemente recibiendo señales que procesa inconscientemente y abre puertas a una nueva conciencia de sí mismo y del reflejo en el otro.
La física cuántica trata de un cambio momentáneo sin considerar el tiempo como factor influyente. Tan sólo es presente.
Somos la única especie capaz de analizar la conciencia, y estamos sometidos a nuestras propias limitaciones de estudio de la misma. Por lo cual incluso la conciencia no debería ser tan considerada como absoluta porque depende del factor humano, quien la crea.
En cualquier caso me encanta caminar hacia una conciencia colectiva que podamos trabajar, soñar, aunar como especie que convive con otras y que depende de su entorno para sobrevivir, socialibilizar y reinventarse para mejorar globalmente.
Seamos conscientes de nosotros mismos sin olvidarnos de todo aquello que nos une, que es la vida y la muerte. Tengamos conciencia del todo como uno, dividamos para crear y especializarnos para luego volver a ser uno en el camino.
Gracias por las aclaraciones. Muy interesante. Eterna búsqueda de la dualidad intrínseca que nos forma, nos separa y nos vuelve a unir sólo con ser conscientes de nuestra conciencia.
Ireky
buena, ¿que diccionario (nombre, editorial, año) es tu regalon? Esta bueno.
saludos
gratitud
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