lunes, 22 de diciembre de 2008

SOL INVICTI



















     

      
       ¡Lux in tenebris lucit!
       y una estrella, sol, surgió.
       En mi cabeza tronó,
       fuerte y claro: ¡tempus fugit!
       
       Un remolino fugaz,
       un torbellino de luz,
       de nieves enorme alud,
       lluvias inmensas en haz.
       
       Del Rey alzado, sereno,
       mudo vi su majestad,
       su fuerza, su potestad,
       el imperio de su trueno.
       
       Hoy será un día nuevo,
       -sonó en todos los confines-,
       la luz nace y se define.
       El Sol saldrá de su huevo.
       
       Su victoria nos conforta,
       Eros vive en nuestro pecho,
       rompe en briznas nuestro techo,
       y la nada, nada importa.
       
       Somos nuevos, nuevos hombres,
       un Sol nuevo nos alumbra,
       ¡salgamos de la penumbra!,
       ¡no olvidemos nuestros nombres...!
       
       

3 comentarios:

Carmen dijo...

A partir de ahora este prodigioso sol avanzará día a día arrebatando un poquito de su reino a las tinieblas... no viene mal, la oscuridad es portadora de indefiniciones complicadas y poco "alegres"... así pues doy ánimos a este explendido procesador de yang para que nos traiga un poco de calor y certidumbre.

Aunque mi corazón lo tengo más gobernado por el yin y sus sombras (mi poema "contra el día" sería el reverso de éste) también necesito el triunfo solar para limpiarme de impurezas y percibir mis límites y mi nombre.

Los egipcios veían una guerra entre la luz y la oscuridad, estando ellos del bando de la luz (de Ra) yo veo el símbolo del yin yang, o sea una compenetración y complementariedad perfecta en la que hay que aplaudir y valorar tanto a un bando como a otro.


UN BESO!!!

ABRAXAS CADIZ dijo...

Llevas razón, Carmen. Osiris tenía su Seth, y la luz tiene sus sombras, el calor su frío, el día su noche.
Pero así debe ser.
Recordemos que hay primero una obra en negro y luego vendrá la del blanco y la del rojo...
Cada vida del sol corresponde a una vida del hombre... ¡perdón...! y de la mujer...
Un beso.

Anónimo dijo...

¡Feliz Navidad!