El vuelo de tus faldas me enamora,
su ritmo, su belleza y armonía,
habita, dulce, en mi alma noche y día,
y en mis ojos en horas y deshoras.
Es la tierra, su fuerza y sus entrañas,
que vive en tu cuerpo iluminado,
y en mi cuerpo celeste y desarmado
desata y bullen tormentas extrañas.
El alma del planeta canta en ti
canciones olvidadas del Creador
con letras de parto, dolor y amor
y dulces notas que escritas leí.
Camina, caminando mueve el aire,
y en enigmáticas ondas se agita,
envidia me da a veces que te quita
tu belleza espléndida en desaire.
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